


Organizador del evento: Sebastià Ribot (más conocido por algún que otro perraje como “El Pocero”)
Asistencia: 8 comensales (Nando, Berto, Tanín, Felipe, Perico, Alex, Tomás y Boti).
Local: agradable, moderno, con estilo, muy espacioso, a.a perfecto.Mesa: sencilla. No había mantel. Servilletas de papel.
Servicio: correcto, sin más. El jefe no quiso encolomar varias veces la paella ciega que acababa de salir, 2 picamos…..ver comentarios más adelante…
Comida:
-entrantes a base de picoteo (lomo ibérico, pan con tomate, provolone y tortilla de patata): todo excelente. Se adjunta foto.
-plato principal: se degustaron los siguientes platos: calamarines guisados con cebolla, bacalao y paella ciega. Los 2 primeros según opiniones in situ, muy buenos. La paella no fue así y eso que venía recomendada: el arroz estaba crudo y no mataba. Probablemente con el arroz en su punto hubiera estado buena. Lo considero un fallo grave del jefe (si no está bien hecha no la puede recomendar).
-postres: flojillos, presentación en bandeja de tartas con aspecto industrial, y carta típica de helados.
-Vino: tinto Rioja “Medrano-Irazu” Crianza 2004, muy bueno. Relación calidad-precio excepcional.
-Misiles a 5 euros. Copa Pacharán a 4 euros. Hierbas 2,75.
Precio final: 29 euros por barba.
Valoración final: En general, buena relación calidad-precio. Se puede volver.
Tomás.